Presentación

Esta página está dedicada a la planta del tabaco y al conocimiento ancestral asociado a su manejo como planta “maestra” según las medicinas tradicionales de la Amazonia.

El objetivo del presente trabajo es considerar los distintos usos que se han dado a la planta del tabaco en diferentes culturas y épocas, obtener una visión más amplia sobre sus efectos en los distintos contextos, y analizar las posibilidades que nos ofrece el uso de esta controvertida y poderosa planta medicinal. 














Historia del Tabaco

La planta del tabaco es una solanácea original de tierras americanas y fue conocida por el ser humano hace unos dieciocho mil años. Los expertos en genética vegetal han determinado que el lugar donde se cultivó por primera vez se sitúa en la zona andina entre Perú y Ecuador y se calcula que los primeros cultivos tuvieron lugar entre tres y cinco mil años a.C. El consumo del tabaco se extendió hacia el norte y fue introducido en Europa por los llamados conquistadores del Nuevo Mundo hace cinco siglos. Cristóbal Colón recibió, sin entender el motivo, las toscas hojas de tabaco en señal de amistad por parte de los nativos y pronto los españoles comenzaron a inhalar el humo de tabaco, ansiosos de experimentar las cualidades estimulantes y analgésicas del tabaco. En el mundo occidental su uso ha sido básicamente como estimulante, tanto fumado y en forma de rapé como mascado y su uso se extendió rápidamente por factores de moda convirtiéndose en un producto de distinción social que ofrecía grandes beneficios económicos. El hecho de que el edificio más grande del planeta en el siglo XVIII fuera la fábrica de tabaco de Sevilla, nos da una idea de la magnitud de un negocio que se convirtió rápidamente en asunto de Estado y que ofreció enormes beneficios a la Corona. Pero el gran cambio sobrevino cuando en 1880 James Bonsack patentó una máquina que fabricaba 100.000 cigarrillos en un día y la población empezó a consumir a ritmo de máquina.

Sin embargo, desde muchos siglos antes de que se oyera hablar de conquistas y descubrimientos, era considerada una planta sagrada por los pueblos indígenas tanto de América del Norte como del Sur, y se consumía tanto de forma lúdica por sus efectos estimulantes, como en un contexto medicinal, ritual y sagrado. Se le consideraba un regalo de los dioses.




Pocas plantas son tan importantes para el curanderismo sudamericano y las medicinas tradicionales de la Amazonía como lo es el tabaco. Hace muchos siglos que los indígenas sudamericanos descubrieron todas las formas de utilizarlo: fumado, bebido, como rapé, mascado, como pasta para ser chupado, aplicado en las encías o como enema. Hasta hoy día acompaña y está presente en todo tipo de rituales y ceremonias.

Según las medicinas tradicionales del Amazonas, el tabaco da “fuerza”, “protección” y “claridad mental”. Es utilizado hasta hoy día en forma líquida como potente emético utilizado con frecuencia para fortalecer y depurar el cuerpo físico, principalmente la zona pectoral y sinus, y psíquico, además de estimulador onírico. Se ha utilizado desde la antigüedad hasta hoy día con esta finalidad y es una práctica adoptada por algunos de los centros pioneros en los usos de la medicina tradicional amazónica para el tratamiento de diversas toxicomanías. También es una de las principales plantas que se suelen utilizar como purga previa a las tomas de Ayahuasca en la medicina tradicional amazónica con la intención de depurar y preparar el cuerpo (Giove, 2002).

Es importante mencionar que a diferencia de lo que ocurre en nuestra cultura occidental donde el vómito tiene asociada una connotación negativa, medicinas tradicionales dispares como la Amazónica y la Ayurvedica (Panchakarma) por ejemplo, coinciden en que es sumamente importante realizar purgas con regularidad a fin desintoxicar no solo a nivel físico sino también a nivel psíquico y emocional, descargando y eliminando del cuerpo tanto impurezas y toxinas como emociones negativas. Si observamos la Naturaleza algunos animales conocen instintivamente algunas plantas silvestres que consumen para purgarse cuando su cuerpo lo necesita. Aparte de la depuración física, las purgas ayudan a devolver, soltar y expulsar contenidos negativos que hemos ido “tragando” en la vida.

Antecedentes del uso médico de la planta del tabaco en Occidente

Algunas noticias sobre las propiedades medicinales de la planta del tabaco habían despertado la curiosidad de los europeos y en 1550 las primeras semillas llegaron a España y Portugal e inició su vida en los jardines de los palacios, cuidada y estudiada por los médicos de la corte, llegando incluso a los jardines del Vaticano. Jean Nicot,  médico de la corte del rey Enrique II de Francia, logró la cura de unas migrañas a la reina Catalina de Médicis, e investigó y trató con éxito algunos tumores con un ungüento a base de hojas de tabaco. En 1565 el médico sevillano Nicolás Monardes publicó un folleto llamado Historia Medicinal de las cosas que se traen de Nueva España en el que se indicaban las cualidades curativas del tabaco y que fue traducido al latín, al inglés, al francés y al italiano. Describía los efectos beneficiosos de renovación y limpieza que tenía sobre el cerebro humano, para el tratamiento de “males de pecho”, podredumbre en la boca, malestar de cualquier órgano interno, mal aliento, lombrices, piedras en el riñón, dolor de muelas, mordeduras y heridas de flecha envenenada, picaduras de insectos, cicatrizante y analgésico.

El descubrimiento en 1828 del principio activo del tabaco, el alcaloide de la nicotina, provocó una nueva serie de investigaciones y las revistas científicas publicaron los resultados de diversos experimentos realizados con nicotina, que resultó ser un remedio eficaz para tratar desarreglos del sistema nervioso, hemorroides (vía enema de tabaco), malaria, tétanos y antídoto contra la estricnina y otros venenos, como el de serpiente, si se administraban las dosis correctas y por la vía adecuada, pues no hay que olvidar que la nicotina es un veneno que puede provocar incluso la muerte en casos de sobredosis. En este sentido, la ciencia del siglo XIX encontró coincidencias con el uso medicinal que le daban a la planta de tabaco los indígenas americanos.

Recientemente, en el 2006, el científico chino Zao Bauru, miembro de la Academia China de Ciencias, ha difundido en varias publicaciones especializadas, entre ellas el “British Journal of Pharmacology”,  los resultados de 20 años de estudios acerca de las posibilidades del uso de la nicotina con fines terapéuticos para prevenir problemas neurológicos como la enfermedades de Alzheimer y Parkinson (Sedet, 2006 - Leary, 1997), aparte de su potencial paliativo en casos de esquizofrenia (Ott, 1998), tratamiento de algunos desordenes de pérdida de atención, eficaz quimioterapia para la colitis ulcerosa y valor terapéutico en casos del síndrome de Tourette (Leary, 1997).

Los esfuerzos en contra del tabaquismo han frenado la investigación de los posibles beneficios de la nicotina, y aunque el hecho de que fumar cigarrillos tenga efectos desastrosos sobre la salud, en ningún modo disminuye el valor que puede ofrecer la nicotina, administrada adecuadamente, en el tratamiento de diversas dolencias o enfermedades.

El mito de la nicotina.

La afirmación de que es la nicotina el principal agente en la adicción al cigarrillo y la causa principal, por no decir la única, de que el “adicto” no pueda dejar de fumar, es ampliamente aceptada.  

La especie botánica Nicotiana rustica, utilizada por los curanderos en América del Sur contiene hasta 18% de nicotina, mientras que el porcentaje de nicotina contenido en las hojas de tabaco de la Nicotiana tabacum utilizada para los cigarrillos industriales varia del 0,5% a 1% en Europa, y alcanza el 2% en EEUU (Narby, 1997). Los curanderos sudamericanos ingieren enormes cantidades de tabaco, principalmente dentro de un contexto medicinal y ritual, y no manifiestan el consumo compulsivo que podemos apreciar en el típico fumador de cigarrillos industriales, por lo que parece evidente que la adicción al tabaco no es proporcional al porcentaje de nicotina.




Según podemos deducir de un trabajo publicado en el New England Journal of Medicine en el año 1994, parece ser que no es la nicotina la responsable, o por lo menos la única responsable, de la adicción al cigarrillo. En dicho trabajo se estudió el efecto de la nicotina sobre el movimiento de intestinos de 80 enfermos de colitis ulcerosa. A dichos enfermos se les administró durante tres meses la cantidad equivalente a la mitad de la dosis de un fumador empedernido. A pesar de que la mitad de los pacientes eran exfumadores, ninguno de ellos volvió a fumar ni se siguió administrando nicotina después del tratamiento (Masgrau, 2004).

Por otro lado parece claro que no es la nicotina la que causa el cáncer, puesto que ella actúa principalmente en el cerebro, y que el hábito de fumar cigarrillos no provoca cáncer en el cerebro, sino en los pulmones, laringe, esófago, estómago, páncreas, recto, riñones y vejiga, es decir allá donde penetran los alquitranes que son también tragados al asimilarla por combustión.

Estos datos nos plantean nuevamente una seria y profunda reflexión acerca la supuesta nocividad e incluso culpabilidad que atribuimos con demasiada frecuencia a ciertas plantas y sustancias, provocada por una actitud simplista y muchas veces interesadamente hipócrita, que convierte al individuo en víctima manipulable y lo exime de asumir sus propias responsabilidades en su relación con ciertas sustancias y su consumo.

Cigarrillo industrial: químicos, aditivos y adictivos.

Según la Ordenanza sobre los Productos Alimenticios editada por la Cancillería Federal Suiza en 1991, y que nos da una idea del resto de normativas y regulaciones sobre el contenido de los cigarrillos industriales a nivel mundial, es permitido agregar al tabaco de fumar o de mascar, una serie de sustancias cuyo contenido total, relacionado con la sustancia seca del producto terminado, “no sobrepasará el 25% para los cigarrillos, cigarros y artículos similares de fumar (Narby, 1997).. Estos agregados están formados en teoría por agentes humectantes, conservantes, aglomerantes, aromatizantes, blanqueadores de cenizas, permitiendo incluso novedades como añadir tenues filamentos de fósforo al papel para que acelerar la combustión (Escohotado, 2006). La multinacional hispano francesa Altadis, fabricante de varias marcas de cigarrillos (Fortuna, Ducados, Nobel, etc), ha comunicado recientemente a Sanidad la lista de 298 aditivos incluidos con el tabaco. El objetivo de varios de los compuestos, algunos de ellos tóxicos, es aumentar la adicción (Mendez, 2007).

En la combustión del cigarrillo industrial existen mas de 4000 componentes. Los más importantes, además de la nicotina son el alquitrán, que se libera por la combustión del papel principalmente y es el responsable de la mayor parte de cánceres provocados por consumo de cigarrillos, y el monóxido de carbono, principal responsable de los infartos de miocardio, arteriosclerosis y enfermedades respiratorias crónicas relacionadas con el tabaquismo.



Desgraciadamente y basándose en el “mito de la nicotina”, la industria tabaquera y los fumadores se han fijado en los llamados cigarrillos “bajos en nicotina” como alternativas posológicas presentadas por la industria y la Administración como presuntamente más seguras, lo cual es contraproducente, ya que el fumador lo compensa fumando mas cigarrillos o tomando más y más profundas caladas por unidad. Desde la perspectiva del negocio los intereses son obvios, pero desde la perspectiva de la salud, quizás tendría más sentido proporcionar cigarrillos “altos en nicotina”, que los fumadores no podrían consumir vorazmente (Ott, 1998).    

Sin embargo, tenemos además un factor importantísimo que pasa totalmente desapercibido: la radiación del humo del cigarrillo, detectada según varios estudios desde la década de los 60. Hay diversos estudios que coinciden en la presencia de partículas del isotopo radioactivo Polonio – 210 en el humo de los cigarrillos, cuya presencia se deriva de la utilización de fertilizantes fosfatados en las plantaciones de tabaco. El historiador de la Universidad de Standord (EEUU) Robert Proctor, perito en algunos pleitos contra tabaqueras, publicó recientemente en New York Times que quienes fuman un paquete y medio de cigarrillos reciben una dosis de radioactividad al año similar a la que hubieran recibido de haberse hecho aproximadamente 300 radiografías de torax, casi una diaria.  Curiosamente, la cuestión de la radioactividad del humo de cigarrillos parece silenciada y pocas veces es mencionada en la mayoría de los artículos sobre la toxicidad de este producto.

Resulta sorprendente, por decirlo de algún modo, observar el papel que juega el Estado en este asunto a pesar de la cruzada contra el tabaco y marginación de los fumadores que se ha desatado en los últimos años. En el Estado español, por ejemplo, los impuestos sobre el tabaco representan un 71,8 % del precio de cada paquete de cigarrillos, lo que le supone una recaudación de aproximadamente 5000 millones de euros anuales. Estas cifras superan con creces los costes de atención sanitaria por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, y a este siniestro balance hay que añadir además el ahorro en pensiones por muerte prematura de muchos fumadores. Todo esto sin tener en cuenta que muchos estados cuentan con producción y tabacalera propia, con lo que al balance habría que añadir además los beneficios que genera la agroindustria relacionada (Masgrau, 2004).

Además de los trastornos físicos que puede ocasionar el consumo de cigarrillos industriales, algunos estudios observan un bloqueo a nivel energético a nivel del cuarto chakra, que corresponde con el de la respiración y corazón, que es a su vez a nivel psicológico el de la capacidad de intercambio con lo externo... El fumador se rodea de una especie de velo protector que esconde sus angustias profundas, las cosas que no quiere ver y su necesidad de afecto (Giove, 2002). 

Se insiste mucho en los estragos físicos que provoca el tabaquismo, pero no se tiene tanto en cuenta la incidencia sobre la autoestima que provoca en la persona la impotencia e incapacidad para dejarlo. La persona adicta es dependiente, menos autónoma, y por este motivo esencial, tiene menos energía vital para evitar la aparición de enfermedades, entre ellas mutaciones celulares cancerígenas (Forns, 2008).

Tabaco versus cigarrillo: contextos opuestos

Del mismo modo en que todo el mundo coincide en la diferencia existente entre ingerir una misma sustancia como puede ser el vino dentro del contexto de una misa, saborear una copa de buen vino acompañando una comida, de hacerlo en una borrachera de fin de semana; tampoco es lo mismo cuando un curandero enciende un mapacho (cigarrillo de tabaco sin tratar) dentro de un marco ceremonial, disfrutar el placer de fumar en un momento de calma y relajación,  o encender un cigarrillo tras otro de forma compulsiva en un bar, en el trabajo o en un atasco de tráfico.




El consumo de cigarrillos es la primera causa de muerte evitable y anualmente provoca la muerte prematura de 5.000.000 de personas en todo el mundo. El humo del cigarrillo industrial está directamente implicado en diversas enfermedades graves, de las cuales varias son formas de cáncer. Por el contrario, en la Amazonía el tabaco es considerado como un valioso y ancestral remedio para diversas dolencias.

Además, el tabaco amazónico es cultivado sin abonos químicos ni pesticidas y no contiene ninguno de los productos químicos que son añadidos a los cigarrillos industriales.

Según la medicina tradicional del Alto Amazonas, toda planta sagrada, y el Tabaco lo es, debería ingerirse primeramente en sus formas sólida (tierra) y líquida (agua) para incorporar esa dimensión energética al cuerpo, y en una segunda etapa se puede fumar (fuego y aire). Si se empieza fumando, el cuerpo no puede "soportar" o metabolizar la energía masculina solar y aérea y se metaboliza la energía "espiritual" a nivel mental con la consiguiente adicción. En todo proceso (como el nacimiento) se empieza con lo femenino (encarnación-tierra-materia en útero de agua) y luego lo masculino (nacimiento al aire y la luz). O sea hay una gestación previa. Curarse de esa inversión de iniciarse con el humo del tabaco es retomar la energía del tabaco en forma sólida (rapé) y líquida (infusión). 

La purga con Tabaco

Cuando se practica la medicina tradicional es importante aprender a respetarla. Para ello la primera etapa consiste en observar sus reglas y posicionarse pensando prioritariamente en la purificación. Entonces el conocimiento, la sabiduría y el bienestar vendrán por añadidura.

Cuando hablamos de purga, unas primeras palabras nos vienen a la mente por asociación: liberarse, evacuar, descargar, soltar, eliminar, desobstruir, y además sugiere la impresión que hay algo que sacar que está en exceso, que es tóxico, que pesa, que es malo. Entendemos que cuando se purga es para sentirse más ligero, para estar mejor. Así purgar es el sacrificio necesario para liberarse de las retenciones físicas, psicológicas, emocionales y espirituales que obstruyen una sana existencia.

Tradicionalmente la purga en la Medicina Amazónica es una ceremonia que va a combinar el efecto físico de una planta purgativa o emética, potenciando sus efectos sobre los niveles psíquicos y espirituales mediante una acción ritual.

El tabaco es una de las principales “plantas maestras” de la Medicina Amazónica para este fin y es usada desde muchos siglos antes que se oyera hablar de “conquistas y descubrimientos”. Está presente en todos sus rituales y es considerada “Medicina Rey” por algunos maestros curanderos.  El tabaco es considerado una planta “sagrada” cuya acción es muy profunda y actúa a diferentes niveles de manera simultánea.

Para la Medicina Amazónica el tabaco es una de medicinas más fuertes. Limpia físicamente y clarifica los campos emocionales, refuerza el espíritu de decisión, levanta el ánimo, nos pone de pie, incita a la valentía y la rectitud. Al mismo tiempo reestructura y protege el cuerpo energético, da calor. Su energía es masculina, solar, y nos ayuda a enraizar, a conectar con el mundo espiritual con los pies en la Tierra. Es una planta de fuego ligada a la acción y poderoso estimulante de la capacidad onírica. 

También es una excelente oportunidad para sanar la relación con el tabaco...



Sesiones

En el año 2005 empezamos a hacer sesiones purgativas con la planta del tabaco, basadas en el conocimiento empírico de la Medicina Tradicional de la Amazonia occidental e inicialmente orientadas a personas que deseaban desintoxicar el cuerpo y superar la adicción al tabaco fumado.

Sin embargo, rápidamente pudimos comprobar que el alcance de los efectos no se limitaban al cuerpo físico, ya que con frecuencia se producían descargas emocionales durante la sesión, y la valoración subjetiva después de las sesiones coincidía con los conceptos de la Medicina Tradicional Amazónica: mayor energía y claridad mental, mayor toma de tierra y disposición a concretizar, poderosa estimulación onírica, etc.




En esos momentos estamos realizando 2 tipos de trabajos con el Tabaco:

1.- Trabajo de día: Tal como las hemos estado haciendo durante estos años, en sesiones purgativas que duran unas 3 a 5 horas que se realizan generalmente en la mañana.

2.- Trabajo de noche: Es un tipo de trabajo mucho más profundo, pues aprovechamos el estado modificado de conciencia, apertura y estimulación onírica como continuación del trabajo una vez superada la etapa purgativa.

Las sesiones se realizan en la zona de Barcelona

Si deseas recibir información acerca de las sesiones que se realizan regularmente contacta con nosotros.

apuyura@gmail.com

Estudio médico (2009)

Introducción

Hace unos años que estamos realizando las purgas de tabaco, basadas en el conocimiento empírico de la Medicina Tradicional de la Amazonia occidental e inicialmente orientadas a personas que desean desintoxicar el cuerpo y superar la adicción al tabaco fumado.

Además de que la purga ha sido un punto de referencia válido para superar la adicción al consumo de cigarrillos para un número significativo de personas, durante este tiempo hemos podido observar otros efectos positivos. Los efectos subjetivos inmediatos que han manifestados los participantes son una mayor claridad mental, estimulación onírica y sensación de haber desintoxicado el organismo sobretodo en la zona pectoral y vías respiratorias altas. Asimismo algunos participantes nos han comunicado una mayor compensación de la tensión arterial los días posteriores a la purga.

Con la intención de recoger datos científicos que nos permitan comprender algunos de estos efectos subjetivos, durante el pasado mes de febrero hemos realizado una serie de pruebas médicas a algunos participantes, seguimiento y comparativa, antes y después de la purga, en colaboración con la Dra. Ariadna Borrás del Centre Mèdic de Mataró (Barcelona). Estas comprobaciones nos permiten disponer de datos concretos y calibrar la incidencia de la purga en el organismo, así como definir nuevas posibilidades terapéuticas y líneas de investigación.


Análisis y metodología

Se han realizado las siguientes pruebas:

·         Constantes vitales: temperatura, frecuencia cardiaca y tensión arterial.
·         Gasometría: niveles de oxígeno en la sangre.
·         Espirometría: FEV (volumen espiratorio forzado en el primer segundo de espiración) y PEF (flujo espiratorio máximo).

La frecuencia de las pruebas ha sido la siguiente:

·         1ª prueba: 2 - 3 días antes de realizar la sesión purgativa.
·         2ª prueba: 2 - 3 días después de la sesión.
·         3ª prueba: 7 -10 días después de la segunda prueba.


Participantes

En este estudio piloto han participado 13 personas, entre los 30 y 50 años, fumadores de una cantidad variable de cigarrillos (de 5 a 30 cigarrillos al día) y ninguno de ellos presentaba ninguna dolencia ni enfermedad remarcable.


Resultados

Temperatura

No se observan variaciones significativas en ninguno de los participantes.


Tensión arterial

Todos los participantes se encontraban en la primera prueba realizada antes de la sesión purgativa con una tensión arterial entre los 130/70-80 mmHg y los 100/60-70 mmHg, con lo que podemos considerar que ninguno de ellos se encontraba en los parámetros de hipertensión ni hipotensión.

Las pruebas realizadas inmediatamente después de la purga muestran una tendencia reguladora y descenso de la tensión arterial, tanto sistólica como diastólica, en la mayoría de participantes que la tenían más alta (6 personas), pasando como promedio de 120-130/70-80 a 100-110/60-70 mmHg,  manteniendo prácticamente los mismos parámetros en los 5 participantes que la tenían ya más compensada, y aumentando ligeramente los valores de 2 personas que la tenían más baja.

La 2ª prueba realizada al cabo de 7-10 días aproximadamente muestra que la tensión arterial se ha mantenido básicamente en los parámetros conseguidos después de la purga, aunque podemos apreciar una tendencia continuada a mayor compensación en algunos casos.


Frecuencia cardiaca

En la primera prueba realizada antes de la purga todos los participantes se encontraban entre 55 y 90 latidos por minuto, dentro de los parámetros normales de frecuencia cardíaca en reposo.

Después de la sesión purgativa se ha podido apreciar una variable disminución del ritmo cardíaco en 8 de los participantes, ligero aumento en 4 personas y mismos valores en 1 participante. Cabe destacar el notable descenso de la frecuencia (del 10 al 30%) en los participantes que presentaban una mayor aceleración del ritmo cardíaco. Los parámetros obtenidos después de la sesión purgativa se encuentran entre 53 y 77 pulsaciones por minuto.   

Los resultados obtenidos en 2ª prueba realizada al cabo de 7-10 días permanecen prácticamente invariables a los conseguidos en la primera prueba.


Niveles de oxígeno en la sangre

Las pruebas realizadas inmediatamente después de la purga muestran un aumento de los niveles de oxígeno entre un 1% y 9% en 4 de los participantes, mantenimiento de los mismos niveles en 8 participantes, y ligero descenso en 1 participante.

Sin embargo, la 2ª prueba realizada al cabo de 7-10 días aproximadamente muestra un aumento de los niveles de oxígeno en el participante que le habían descendido, y tendencia a aumentar los niveles de oxígeno en el resto de participantes.


Espirometría FEV

Los niveles del volumen espiratorio forzado en el primer segundo de espiración en las primeras pruebas inmediatas después de la purga reflejan un aumento considerable del volumen espiratorio en 7 de los participantes, y ligero descenso de los niveles en 6 de los participantes.

Los resultados de la 2ª prueba al cabo de 7-10 días muestran una recuperación de los niveles que habían descendido y aumento continuado de los valores del volumen espiratorio que ya habían aumentado.


Espirometría PEF

Las pruebas realizadas inmediatamente después de la purga muestran unos resultados de notable (7 a 28%), en algún caso sorprendente (90%), aumento del flujo espiratorio máximo en 10 de los participantes, y ligero descenso de los niveles en 3 participantes.

La 2ª prueba realizada al cabo de 7-10 días aproximadamente muestra un continuado aumento de los niveles del flujo espiratorio en todos los participantes, recuperándose los valores que habían descendido en los 3 participantes hasta alcanzar niveles superiores a los obtenidos en las pruebas previas a la purga.  


Conclusiones

Basándonos en estos resultados comparativos, observamos unos efectos beneficiosos sobre el organismo y podemos destacar como la purga actúa notablemente acortando algunos procesos:

·         Tensión arterial:  Los resultados obtenidos nos indican una acción reguladora inmediata de la purga sobre la tensión arterial, con lo que podría considerarse la purga como método válido dentro de un tratamiento para la HTA en algunos casos, combinado con dietética y fitoterapia.

·         Frecuencia cardíaca: Los datos resultantes nos muestran una reducción del ritmo cardíaco en un significativo número de participantes, destacando que esta disminución ha sido más notable en los participantes que presentaban una mayor frecuencia cardíaca. Teniendo en cuenta que los valores normales para una persona adulta que practica regularmente deporte están situados entre las 60 a 80 pulsaciones, contra las 70 a 90 de un adulto sedentario, y que este último necesitaría varios meses de ejercicio regular para bajar el ritmo cardíaco, podemos considerar una inmediata y positiva incidencia de la purga sobre la frecuencia cardíaca.

·         Niveles de oxígeno: A pesar de no observar cambios muy significativos a corto plazo, los resultados sugieren una tendencia a aumentar los niveles de oxígeno en la sangre en todos los participantes. Un dato significativo que observamos es que a pesar de la reducción del ritmo cardíaco generalizado y el consecuente menor esfuerzo que necesita el corazón, los niveles de oxígeno no solo se mantienen sino que tienden a aumentar.

·         Capacidad pulmonar: Los resultados de la incidencia de la purga en los niveles de  FEV y PEF son significativamente alentadores, mostrando un incremento inmediato de los valores FEV en el 50% de los participantes y PEF en el 80% de ellos, señalando que ambos valores han aumentado en el 100% de los participantes al realizar una segunda prueba. Teniendo en cuenta que una persona necesita 3 meses para aumentar su capacidad pulmonar cuando deja de fumar, podemos considerar que la acción de la purga acorta notablemente este proceso.

A pesar de las innumerables variables y sin pretender plantear panaceas milagrosas, los resultados nos indican unos efectos inmediatos y marcan unas tendencias beneficiosas de la acción de la purga sobre el organismo. Estos datos nos invitan a seguir investigando las posibilidades del uso de la planta del tabaco dentro de un contexto fitoterapéutico adecuado. 

Incidencia sobre la capacidad onírica



En el contexto de la medicina tradicional amazónica los curanderos consideran al tabaco como planta “maestra”, es decir que tiene la capacidad de enseñarnos algo a los humanos, y paralelamente cabe mencionar la importancia que han tenido y tienen los sueños como mensajes del inconsciente para estas culturas ancestrales.

Algunos estudios confirman que cuanto mas limpio tengamos el cuerpo de toxinas y cargas emocionales mayor posibilidades tendremos para recordar los sueños nocturnos. Resulta pues lógico que al efectuar una purga con la consiguiente descarga física y emocional favorecemos una mayor sensibilidad y facilidad para recordar los procesos oníricos.

Sin embargo tenemos también el factor determinante que encontramos en la bioquímica presente en el reino vegetal y las relaciones fascinantes que existen con la neuroquímica cerebral. Nuestros ciclos de sueño / vigilia están regidos por diversos relojes biológicos y operan cambios importantes en los neurotransmisores cerebrales segregados por la glándula pineal en alteración del estado de conciencia y en secreciones hormonales. La actividad de la serotonina, noradrenalina e histamina durante la fase REM del sueño cae en picado, mientras que la liberación de neurotransmisores colinérgicos aumenta notablemente, como es el caso de la acetilcolina. Curiosamente este neurotransmisor acetilcolina tiene unos receptores nicotínicos que son estimulados por la nicotina presente en la planta del tabaco, provocando parece ser una mayor intensidad en los sueños y la consiguiente mayor facilidad para recordarlos.

Con esta finalidad podemos trabajar utilizando cantidades menores de la planta del tabaco y sustituyendo la decocción por una breve maceración en frío, de este modo la bebida no tiene ningún efecto emético o purgativo pero si mantiene su fuerza como estimulador onírico inmediato. Personas con dificultad para recordar los sueños han manifestado muy buenos resultados combinando la ingesta de dicha bebida y la siesta matinal, es decir levantarse en la madrugada, tomar la planta y acostarse a dormir de nuevo un par de horas.

Es de suma importancia la variedad de planta utilizada y su forma de administración, preferentemente en forma de bebida, y es obvio que nunca debe utilizarse para ello cigarrillos industriales.

Teniendo en cuento la importancia de los procesos oníricos y el análisis de los sueños como manifestaciones del inconsciente para varias corrientes de psicología y psicoterapia (jungiana, Gestalt, humanista, etc), podría ser interesante estudiar la posibilidad de considerar la planta del tabaco como una herramienta eficaz para estimular, en algunos casos en que se aprecie conveniente, una intensidad puntual del proceso onírico y su aplicación dentro de un contexto adecuado en procesos psicoterapéuticos y de crecimiento personal. 

Dieta amazonica

DIETA EN LA AMAZONIA
Artículo publicado en la revista Ulises 11 (2009).

Considerada una de las técnicas de trabajo personal de sanación, iniciación y aprendizaje más eficaces y poderosas de los curanderos y maestros vegetalistas de la Amazonía occidental, la dieta consiste en un retiro temporal en la selva en total aislamiento, en profundo contacto con la Naturaleza, trabajo con estados modificados de conciencia y toma combinada de distintas Plantas Sagradas o Maestras bajo un determinado y riguroso régimen alimentario, incluido el ayuno si es necesario. El objetivo es provocar una profunda depuración a todos los niveles para eliminar aspectos que bloquean la sensibilidad, estimular la capacidad onírica y potenciar el trabajo de introspección.


El retiro ha tenido mucha importancia en todas las culturas, y es un período en que la persona se aleja del mundo que conoce, sus hábitos y comodidades, desconecta de sus rutinas, se aísla, todo ello con el propósito de renovarse,  purificarse, ganar energía, sensibilidad y claridad. Cada cultura dispone de unas técnicas concretas: meditación, respiración, ayunos, oración, cantos, danzas o ingesta de plantas, pero el factor común en todas ellas es un periodo de aislamiento para un posterior regreso al mundo con una renovación física, psíquica, emocional y espiritual.

Lo que se llama dieta en el contexto de la Medicina Tradicional Amazónica implica mucho más que abstenerse de consumir determinadas sustancias o alimentos. Es un estado de purificación, de retiro, quietud, silencio, reflexión, meditación,  compromiso,  respeto y conexión con todo lo que nos rodea.

Podemos estructurar la dieta en las siguientes partes: la purga, las sesiones de Ayahuasca, el retiro y la post-dieta.

La purga

Las purgas tienen mucha importancia y es una práctica habitual en la Amazonía occidental. Consiste en la ingesta de un brebaje a base de plantas, generalmente eméticas, en un proceso que puede durar varias horas, y que provoca una depuración a todos los niveles, expulsando del cuerpo tanto toxinas como emociones negativas, preparando el cuerpo para entrar limpio a la dieta. Aparte de la depuración física, las purgas ayudan a devolver, soltar y expulsar contenidos negativos que hemos ido “tragando” en la vida. Con la purga, se estimula además la capacidad onírica.

Hay varias plantas que se utilizan para purgar. Una de las principales es la Yawar Panga (Aristolochia didyma) que provoca una poderosa depuración sobretodo a nivel abdominal y psico-emocional. Se toma una pequeña dosis del jugo de la planta fresca y abundante agua (de 3 a 6 litros). Es utilizada con frecuencia para neutralizar el síndrome de abstinencia en las primeras fases de la desintoxicación en casos de alcoholismo y drogadicción. Otra de las plantas muy utilizadas es el Tabaco (Nicotiana rústica), también como brebaje emético, que provoca una depuración del cuerpo en general, especialmente en la zona pectoral y vías respiratorias, además de despejar y dar claridad a nivel mental, empleado también en casos de adicción al tabaco.

Es importante mencionar que a diferencia de lo que ocurre en nuestra cultura occidental donde el vómito tiene asociada una connotación negativa, medicinas tradicionales dispares como la Amazónica y el Ayurveda (Panchakarma) por ejemplo, coinciden en que es sumamente importante realizar purgas con regularidad a fin de desintoxicar no solo a nivel físico sino también a nivel psíquico y emocional, descargando y eliminando del cuerpo tanto impurezas y toxinas como emociones negativas.

Las sesiones de Ayahuasca

Al día siguiente, se almuerza algo liviano y por la noche se participa en una ceremonia de Ayahuasca, llamada la planta “maestra de maestras”. Las ceremonias son generalmente grupales y siempre dirigidas por un maestro curandero. No es mi intención en este artículo hacer referencias históricas, antropológicas o bioquímicas acerca de la Ayahuasca y sus usos, debido a que existen ya muchos estudios y documentación al respeto, tan solo apuntar que la Ayahuasca,  mixtura y descubrimiento ancestral de los indígenas amazónicos, representa la base de las medicinas tradicionales de la Amazonía. La realización de sesiones de Ayahuasca durante el proceso de la dieta varia según estima cada curandero. Así como algunos prefieren hacer solamente una sesión al inicio del retiro, otros realizan una al principio y otra al final para cerrar el retiro. También algunos consideran apropiado incluir sesiones durante la dieta aprovechando que la persona, según su vocabulario, se encuentra “abierta”.




El retiro 

Después de la primera sesión de Ayahuasca, empieza el retiro. Este puede ser de varios períodos, desde 7 días a dos semanas, un mes o más, dependiendo del propósito de la dieta. Durante este periodo el dietador permanece en total aislamiento internado en la selva en un tambo (choza o cabaña rústica) individual, que consiste en un techo de hojas de palmera, un colchón con su mosquitera, una hamaca en el mejor de los casos y un agujero en el suelo donde hacer sus necesidades.

La comida durante este periodo es parca, neutra, y consiste en arroz o avena hervidos, sin sal, azúcar ni condimentos, algún plátano verde asado o hervido. Se exige total abstinencia sexual, el contacto con otras personas, evitar cualquier exceso de esfuerzo físico, psíquico, exposición al sol, al agua, al fuego y ciertos sabores y olores, incluidos los útiles de aseo. Cada día el dietador bebe un remedio vegetal que prepara el curandero, a base de las llamadas “plantas maestras”, y la elección se realiza en base a los requerimientos psicofísicos, momento de su proceso personal, características de la planta y efectos deseados. Encontramos similitudes entre los conceptos de los curanderos amazónicos y los orientales, hay plantas yin o yang, femeninas o másculinas, que enfrían o calientan, y hay que tener especial cuidado en la selección de la planta que se va a dietar a fin de no reforzar estructuras no deseadas o ablandar estructuras ya de por si débiles.



Durante este proceso el único contacto con terceros son las breves visitas del "maestro curandero" y la persona encargada de traer la comida. La mayor parte del tiempo transcurre tumbado en la hamaca, en un estado intermedio entre la vigilia y el sueño. La soledad, el calor, los sonidos de la selva, los mosquitos, el hambre y la baja de sodio favorecen un estado de conciencia en que el contacto con uno mismo y con la Naturaleza es total. Este estado propicia que las resistencias psíquicas vayan debilitándose,  permitiendo una mayor entrega al proceso y facilitando el encuentro con el “sanador interno”.  

Algunas plantas maestras que se utilizan en la dieta y sus efectos según el conocimiento empírico de los médicos vegetalistas de la Amazonía peruana:

Ajo Sacha (Mansoa stendlyi): Planta macho. Tonifica, da calor y fortalece.  Refuerza la voluntad, la autoestima y la capacidad de decisión.

Ayahuasca (Banisteriopsis caapi): Planta hembra. Provoca muchos sueños, visiones e insigths. Sensación de salir del cuerpo, viajar mentalmente y comunicación a distancia.

Bubinzana (Calliandra angustifolia): Planta hembra. Apertura y mayor comunicación afectiva. Enraíza, tranquiliza y suaviza los sentimientos.

Chiricsanango (Brunfelsia grandiflora): Planta macho. Trabaja los miedos, el frío físico y afectivo. Aumenta la confianza en uno mismo.

Bachufa (varia cortezas): Combinación de plantas macho.  Vigoriza y fortifica la voluntad,  el sentido de la vida, la confianza en uno mismo, libertad y la propia fuerza. Endereza.

Chuchuhuasi (Maytenus krukovii): Planta macho. Restituye el “centro”. Tonifica. Corrige la rectitud, endereza.

Tabaco (Nicotiana rústica): Planta macho. Depura y fortalece el cuerpo físico, provoca claridad psíquica, protección energética. Refuerza el trabajo de otras plantas. Facilita la  eliminación de secreciones de las vías respiratorias. Estimula la actividad onírica.

Uchusanango (Tabernaemontana sananho): Planta macho. Tonifica y fortifica, afirma la voluntad, rectificación de errores, clarifica y concretiza para planes futuros.  Sensación de eliminación de pensamientos y sentimientos negativos (purificación por el fuego). Refuerza la libido. 

Ushpawashasanango (Tabernaemontana undulata): Planta hembra. Reconecta con la memoria afectiva, recuerdos negativos pero también positivos y trabaja el equilibrio emocional. Descarga afectiva, hipersensibilidad, sensibiliza.

Resulta sorprendente observar lo predecibles que son los efectos de estas plantas, sobretodo a nivel psico-emocional, a pesar de la particularidad de cada individuo y su propio proceso personal. Además de los efectos en los niveles más sutiles, sus principios activos y componentes fitoquímicos también trabajan sobre el cuerpo físico: para fortalecer el sistema osteomuscular, tratar el reumatismo, sistema inmunológico, como antiinflamatorio, vigorizante, desintoxicante, etc.

Se cree que mediante la dieta es posible tomar contacto con el espíritu de la planta y que su “fuerza” entra en el cuerpo y forma parte de la persona que la dieta. Algunas personas descubren sus aptitudes y empatía con ciertas plantas medicinales precisamente durante una dieta que realizan para sanar alguna dolencia o enfermedad, al punto que muchos curanderos se iniciaron en el curso de una dieta mientras se curaban ellos mismos.



El último día del retiro, se realiza el ritual de cierre de dieta, generalmente por la mañana. El "maestro" sopla con tabaco “icarado”1 en los puntos energéticos del dietador y le da una mezcla de limón, ajo, cebolla picada, tomate y sal, o simplemente una cucharada de sal. El efecto reconstituyente del sodio se siente de inmediato. Cerramos con ello la “puerta” que abrimos al iniciar la dieta.

Una vez cerrada la dieta, es aconsejable un regreso a la vida cotidiana de una forma gradual, y hay que prestar especial atención a la etapa de post-dieta, pues para evitar la aparición de efectos adversos hay que respetar y seguir unas normás estrictas, que no son fáciles de llevar una vez finalizado el retiro y el dietador ha regresado a su vida cotidiana. El período habitual es de 15 días sin azucares de ninguna clase, carne de cerdo, condimentos fuertes, alcohol, drogas o medicamentos químicos, y evitando olores fuertes como perfumes, jabones químicos y ambientes cargados. La abstinencia sexual total deberá ser de 30 días una vez finalizada la dieta. Transgredir estas reglas, aunque sea de forma involuntaria, se denomina “cruzar la dieta” y las implicaciones pueden ser más o menos graves, dependiendo de la planta que se ingirió y la magnitud de la transgresión. Generalmente se manifiesta empeorando el cuadro que se pretendía curar, y puede comprender malestar físico, cefalea, nerviosismo, irritabilidad, miedo, agresividad e incluso cuadros más complicados a nivel físico, psíquico y neurológico. En estos casos se deberá efectuar una corrección lo más pronto posible, que puede consistir desde una manipulación por parte del curandero (baños de plantas, sopladas o “icaradas” con tabaco),  hasta una purga o la repetición de la dieta.



A pesar de que utilizan un lenguaje en ocasiones poco comprensible para la mente racional  occidental, es fascinante el saber ancestral de estos “médicos vegetalistas” en el conocimiento de las plantas y su fino manejo, así como la acción de sus tratamientos sobre las causas en vez de sobre los síntomás, y la visión holística del ser humano como parte de la Naturaleza, visión compartida por todas las medicinas tradicionales.<br /><br />Los avances científicos de la medicina alopática son innegables, aunque cada vez hay más evidencias de que también hemos olvidado “algo” en el camino del progreso. Sería positivo que sin renunciar a estos avances, recuperásemos el concepto hipocrático Vis Natura Medicatrix,  según el cual la fuerza vital sanadora es la propia Naturaleza, y la labor del médico sería favorecer un entorno adecuado y proporcionar los medios para que esta fuerza vital de la Naturaleza, presente en el ser humano como parte de ella,  lleve a cabo su proceso con la máxima eficiencia.

(1) Icaro: Cantos curativos utilizados por los “maestros curanderos” en los trabajos rituales. La acción de “icarar” implica “cargar” con la energía del curandero pócimás o tabaco.

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